Supercatadores
Hay personas que
tienen unas 500 papilas en total y hay otras que pueden llegar a tener hasta
10.000. Éstas últimas
son las que se consideran supercatadoras.
Un porcentaje bastante elevado de la población, nada menos que el 25%, es considerado
un supercatador, que es lo mismo que decir que tiene más
papilas gustativas que otras personas y que algunos sabores les pueden parecer,
en ocasiones, demasiado intensos y por lo tanto molestos.
Ser supercatador tiene tanto ventajas como inconvenientes para la salud. Como
demostró en 2005 Linda Bartoshuk, de la Universidad de Florida, la sensibilidad
de los supercatadores al sabor amargo les impide comer muchas verduras ricas en
flavonoides necesarias para prevenir el cáncer, sobre todo el cáncer de colon.
Sin embargo, como estos individuos perciben
el amargor de la nicotina con más intensidad que el resto de las personas,
también suelen fuman menos. Además, mientras la mayoría de las personas no le
hace nunca ascos a un pastel, algunos supercatadores encuentran ciertos alimentos demasiado dulces,
e incluso rechazan las comidas con exceso de grasa, lo que explicaría por qué las mujeres supercatadoras tienden a
ser más delgadas y a padecer menos colesterol que las no
catadoras.
Qué supone ser un
supercatador
La palabra suena a “super”, a poder, a virtud, sin embargo, pese a que
tener un gusto hiperdesarrollado puede ser una ventaja en algunos aspectos, en
otros es un problema.
Los supercatadores necesitan la mitad de azúcar
que el resto de personas para endulzar su café. Esto quiere
decir que cuando comen cosas dulces, las notan extremadamente empalagosas.
Con respecto al picante, tienen también ciertos problemas con ellos, ya que
la sensación de un plato picante se ve multiplicada en sus paladares.
Sucede algo parecido con los sabores amargos, para los cuales también notan
un aumento de sensibilidad, así como los que contienen muchas grasas.
Como elemento a favor, podría decirse que, al no aceptar demasiado los
alimentos dulces y al rechazar los alimentos grasosos, son personas con IMCs
(índice de masa corporal) muy correctos, es decir, que suelen ser delgados.
De igual manera que
se ha descubierto que hay niños (y adultos) supercatadores, se ha tipificado la
existencia de personas no catadoras, que son aquellas con muy pocas papilas
gustativas.Recapitulando, las personas se diferencian por sus tipos de lengua en: no catadores (el 25%), catadores (el 50%) y supercatadores (el 25% restante).
Por contra, los no catadores, al no reaccionar ante las grasas ni los
dulces de un modo negativo, son niños que tienen más probabilidades de ser
obesos.
En estudios hechos en
la Universidad de Penn State, encontraron que estas personas tienden a tener
dietas altas en sal.¿Còmo se miden la sensibilidad al gusto?
La sensibilidad del gusto depende
del número de receptores del gusto en las papilas gustativas y el número de
papilas gustativas de la lengua. Para medir esto, los científicos usan una
pastilla que contiene una gota de una sustancia química llamada 6-n-propiltiouracilo
o PROP, que tiene un sabor amargo desagradable. Poner esto en la lengua humana puede enviar un
super-catadores por el techo, mientras que los no catadores sólo probar el
papel.
Estadísticamente, la mayoría de la
gente cae en el medio, mientras que el 25% no son catadores y el 25% de
super-catadores. Usted no será capaz de obtener PROP sin receta, pero se puede
hacer un experimento no científico en casa utilizando colorante vegetal azul.
Dado que las papilas gustativas no mancha se puede ver los baches, 30 puntos o
más significa que usted es un super-catadores, a menos de 5 ha de añadirse una
degustación.
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