miércoles, 6 de marzo de 2013

Supercatadores

Supercatadores
Hay personas que tienen unas 500 papilas en total y hay otras que pueden llegar a tener hasta 10.000. Éstas últimas son las que se consideran supercatadoras.
Un porcentaje bastante elevado de la población, nada menos que el 25%, es considerado un supercatador, que es lo mismo que decir que tiene más papilas gustativas que otras personas y que algunos sabores les pueden parecer, en ocasiones, demasiado intensos y por lo tanto molestos.
Ser supercatador tiene tanto ventajas como inconvenientes para la salud. Como demostró en 2005 Linda Bartoshuk, de la Universidad de Florida, la sensibilidad de los supercatadores al sabor amargo les impide comer muchas verduras ricas en flavonoides necesarias para prevenir el cáncer, sobre todo el cáncer de colon. Sin embargo, como estos individuos perciben el amargor de la nicotina con más intensidad que el resto de las personas, también suelen fuman menos. Además, mientras la mayoría de las personas no le hace nunca ascos a un pastel, algunos supercatadores encuentran ciertos alimentos demasiado dulces, e incluso rechazan las comidas con exceso de grasa, lo que explicaría por qué las mujeres supercatadoras tienden a ser más delgadas y a padecer menos colesterol que las no catadoras.
Qué supone ser un supercatador
La palabra suena a “super”, a poder, a virtud, sin embargo, pese a que tener un gusto hiperdesarrollado puede ser una ventaja en algunos aspectos, en otros es un problema.
Los supercatadores necesitan la mitad de azúcar que el resto de personas para endulzar su café. Esto quiere decir que cuando comen cosas dulces, las notan extremadamente empalagosas.
Con respecto al picante, tienen también ciertos problemas con ellos, ya que la sensación de un plato picante se ve multiplicada en sus paladares.
Sucede algo parecido con los sabores amargos, para los cuales también notan un aumento de sensibilidad, así como los que contienen muchas grasas.
Como elemento a favor, podría decirse que, al no aceptar demasiado los alimentos dulces y al rechazar los alimentos grasosos, son personas con IMCs (índice de masa corporal) muy correctos, es decir, que suelen ser delgados.
De igual manera que se ha descubierto que hay niños (y adultos) supercatadores, se ha tipificado la existencia de personas no catadoras, que son aquellas con muy pocas papilas gustativas.
Recapitulando, las personas se diferencian por sus tipos de lengua en: no catadores (el 25%), catadores (el 50%) y supercatadores (el 25% restante).
Por contra, los no catadores, al no reaccionar ante las grasas ni los dulces de un modo negativo, son niños que tienen más probabilidades de ser obesos.
En estudios hechos en la Universidad de Penn State, encontraron que estas personas tienden a tener dietas altas en sal.

¿Còmo se miden la sensibilidad al gusto?
 La sensibilidad del gusto depende del número de receptores del gusto en las papilas gustativas y el número de papilas gustativas de la lengua. Para medir esto, los científicos usan una pastilla que contiene una gota de una sustancia química llamada 6-n-propiltiouracilo o PROP, que tiene un sabor amargo desagradable. Poner esto en la lengua humana puede enviar un super-catadores por el techo, mientras que los no catadores sólo probar el papel.
Estadísticamente, la mayoría de la gente cae en el medio, mientras que el 25% no son catadores y el 25% de super-catadores. Usted no será capaz de obtener PROP sin receta, pero se puede hacer un experimento no científico en casa utilizando colorante vegetal azul. Dado que las papilas gustativas no mancha se puede ver los baches, 30 puntos o más significa que usted es un super-catadores, a menos de 5 ha de añadirse una degustación.

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